lunes, 1 de marzo de 2010

Lo conocí en un viaje. Habla por los ojos y ríe en la piel. Es hombrecito bueno y sincero al caminar. No se mete con nadie, salvo con su musa, que la sabe tocar buenazamente y la lleva donde va. Es gustoso oírlo compartir el placer que ella le da.
Y conocí también su maldición, tiene nula fortuna en el amor.

Ayer se reencontró con ella, mujer de su infancia, y se enamoró otra vez de sus hombros. Le dijeron que tenga cuidado, que ella aún no había cerrado una historia con otro don juan…
Y yo le dije, cambiemos tu fortuna, buen hombre. Regálale a esta mujer, una aguja y un hilo fuerte para que cosa su capítulo anterior… tal vez esa tanza de pescar puede servir, tienes razón.. o mejor aún, regálale un poquito de cemento y cal para que construya un tapial…

Paciencia dijo él, con eso va a bastar.

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