lunes, 18 de mayo de 2009

taller de escritura: cuento a partir de...

Era viernes por la tarde, ya se habían ido todos de la oficina, solo quedaba una pareja discutiendo. Sus gestos eran agresivos pero sus miradas dejeban entrever una inmensa tristeza.
Él sintió que esa tarde ya no había más palbras que agregar, se acercó a la puerta y tocando el picaporte exclamó: -¡estamos encerrados!
Ella entonces dijo: -¿estamos?- y en un impulso pasó a través de la puerta.
El hombre se encontró perplejo y encerrado en su soledad. La impotencia y la melancolía le devolvieron las palabras que creía exactas para no perderla, por lo que se acercó a la ventana más próxima y gritó su dolor.
A partir de ese viernes su vida cambió, él ya no sería el mismo de antes. Dejó su trabajo y con él, su temor a volver a quedar encerrado, solo y abandonado.

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